EL DÍA ESPECIAL

Las viejas... las viejas siempre esperan un día especial. Tienen muchos guardados en el ropero esperando... El día que van al médico. Un cumpleaños. Un casamiento. El domingo que van a la Iglesia. Un velorio.

A la espera de esos días especiales tienen ropa, perfume, vajilla, maquillaje.. hasta zapatos, alhajas y pelucas! Todas cosas que muchas veces mueren sin usar... sin disfrutar

Yo tuve una vez... tuvimos... una caja de seis copas para tomar agua. Nada del otro mundo, pero las fuimos usando a medida que se fueron rompiendo. Quedaron dos cuando él murió. Se convirtieron en cálices sagrados. Pasaron a estar destinados a ser utilizados en... alguna ocasión especial que así lo ameritara.

Desde mediados de diciembre estoy limpiando y sacando cosas que ya no deben acompañar mi camino, cosas a las que estoy dando un lugar mejor en el mundo, con gente que les dará buen uso, que disfrutará con ellas.

En medio de uno de esos días de absoluto caos vino un amigo a traer algo. Nunca había venido antes así que ya tenia decidido no permitirle subir. No podía conocer mi casa en ese estado. Me pidió agua. Hacía mucho calor. Subí a buscarla. Y allí estaban ellas, esperando...  Sin embargo el bloqueo  pudo más... y una vez más no las toqué.  Bajé la escalera con una taza sublimada con la cara (hermosa) de David Bowie entre mis manos.

A mi amigo no pareció molestarle o importarle. Básicamente porque es buen tipo, y porque sin dudas no conocía los pormenores que llevaron a esa taza a estar entre sus manos esa noche de verano...  Yo ya ni recuerdo lo que él contaba, sólo recuerdo que contaba algo entusiasmado y sonriendo en forma amplia, feliz, como es él, mientras en el fondo de mi alma, mi mezquindad comenzaba, por primera vez, a perder su batalla, a arrinconarse, a sentirse avergonzada, acojonada

Cuando subí preparé agua con limón y chia... y la bebí en un de esas copas sagradas...

De paso, algo de música, para exorcizar, mientras preparo los próximos posts... que este fin de semana ha sido muy productivo...

Amé este álbum de Jarabe de Palo, es un grato reencuentro...