lunes, 13 de noviembre de 2017

MORRISSEY, LA PIAF Y YO

¿Qué loco e insólito título no? También lo pensé... no creas... es que hoy amanecí como atorada... atorada de odio, de dolor, de bronca, de amor, de muerte, de vida, de ausencias y de presencias, de salud y de enfermedad, de soledades, distancias y compañías. De tanto y de tan poco, de todo y de nada. Tan vacía y tan llena...  tan contradictoria conmigo misma...

Luego de tantas lágrimas que lavaron el alma, como dice mi hermana Ninna, de tantos desencuentros que acomodaron piezas, de tanta paciencia de mi amigo Carlos, que acunó mi llanto, llegó el sueño y tras el sueño la paz y la calma anhelada.

En los sueños como siempre la realidad es la que queremos, no la que existe, y ese disfrute de ese momento de paz hace todo tan llevadero, construye ese refugio adorable que anhelamos encontrar alguna vez en el hueco calentito de los brazos de los  que amamos o de los que nos cuidan desde otros horizontes... ángeles que aletean hasta refrescar nuestra vida, hasta mostrar el camino y apartar los estorbos.

Volviendo a lo nuestro... ¿por qué el título?  Porque los tres tenemos muchas cosas en común... amamos la música, no hemos tenido vidas sencillas, y no nos arrepentimos. Este último es sin dudas el gran denominador común de los tres... la Piaf ne regrette rien y Moz y yo... bueno, we're not sorry...
que en el fondo no significa sino lo mismo.

No se trata de la terquedad de no cambiar de opinión caiga quien caiga sino de la coherencia interna de saber que en la misma circunstancia y con la misma información haríamos las mismas cosas... porque con el diario del lunes es más fácil. Si supiéramos de alguna manera de consecuencias no deseadas de algo que haremos está de más aclarar que no lo haríamos... ahora, en la misma circunstancia y bajo idénticas información y presiones, no lo dudo, nunca haría las cosas diferentes, porque mi coherencia es conmigo misma.

Como sabrás el veganismo no se trata de ser un conejo comiendo lechuga y zanahoria, sino de ser amistosos con el medio ambiente con los animales y sobre todo con nuestro cuerpo, que es nuestro templo.

Hacía tiempo que añoraba los alfajores... no por no PODER comerlos sino porque tienen ingredientes no aptos para veganos.

Entré a google y encontré esta maravillosa receta:

-Ingredientes:
  • 300 gr de harina integral de trigo con poco salvado o 200 gr de harina integral y 100 gr de harina refinada
  • 150 gr de almidón de maíz
  • 15 gr de bicarbonato
  • 10 cl de aceite de girasol
  • 100 gr de sirope de agave
  • 50 gr harina de algarroba o cacao en polvo
  • 6 cl de agua
  • Tu relleno preferido (en este caso crema de chocolate blanco)
-Elaboración:
Paso 1: Mezclamos el sirope con el aceite y el agua hasta que obtenemos una mezcla homogénea.
Paso 2: Añadimos las harinas de algarroba (o cacao), trigo, el almidón de maíz y el bicarbonato y lo mezclamos bien hasta obtener una pasta que se pueda amasar. No es necesario amasarla durante mucho tiempo.
Paso 3: Envolvemos la masa en papel film (transparente de cocina) y lo dejamos reposar en el frigorífico durante 15-20 minutos.
Paso 4: Sacamos la masa del frigorífico y la dividimos en 2 o 3 porciones. Estiramos cada porción con el rodillo hasta obtener un grosor de unos 4 mm y lo cortamos con la ayuda de un vaso para hacer galletas de unos 6-7 cm de ancho.
Te paso el enlace para que la hagas:


De paso suscribite, la página está muy buena! Te va a encantar. Un pique... nunca le pongas todo el cacao que dicen las recetas... se ve que en Uruguay el cacao es como más amargo y te queda incomible si les hacés caso...achicá el cacao y ponéselo además de a poco y andá probando y midiendo, avisá la medida que te gusta cuando pases la receta así va quedando perfeccionada!



A mí me quedaron así! Los rellené con pasta de maní y con pasta de avellanas casera... y mis culpas... no sé...
 por ahí se quedaron...

Cociné 1:23 en el micro a 100
Saludos!!!%

jueves, 2 de noviembre de 2017

POBRE PEDRO!

Cuenta la leyenda... bueno, cuenta la Biblia, que Jesús habría dicho a Pedro, "Sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia"... y esto sería la base sobre la cual hoy los Papas se sientan en el codiciado "Trono de Pedro".

Cuento yo, en base a mis estudios de Seminario Bíblico, que Pedro era un pescador, a quien de acuerdo a las Escrituras, Jesús convocó a "pescar hombres". Según los estudios antropológicos, Pedro seguramente era hosco, vulgar, común, estéticamente poco llamativo, bruto, acostumbrado al trabajo duro, de origen humilde, que con seguridad en su vida se sentó en un trono, ni vistió vestimenta de lujo, ni mucho menos vivió en el lujo...

Tampoco podríamos llamarle Santidad... recordemos... antes de que el gallo cantara, había negado a Cristo tres veces... Sí ... TRES!!!!

Te preguntarás qué tanto conversar sobre Pedro... yo también me lo pregunto, para qué negarlo... es que eso de sobre esta piedra edificaré mi iglesia me viene a la mente siempre que hago la receta que te voy a contar ahora...

Esta receta es la base de todas las galletas que puedas imaginar... así que agarrá lápiz y papel (copia y pegá... o capturá pantalla... no seas sonza!):

- 120 gr. de harina de trigo
- 90 gr. de salvado de avena
- 30 gr. de polvo de hornear
- 40 ml de aceite
- 60 ml de agua

Si las vas a hacer saladas le agregás sal rosada de Himalaya y si querés semillas, las que quieras... más o menos 15 grs. de cada variedad, o lo que quieras, hierbas, condimentos

Si las vas a hacer dulces, mascavo, azúcar rubia,  estevia, elixir de coco, lo que prefieras antes que azúcar refinado por favor! y fruta seca, pasas, dátiles cortados pequeños, frutos secos, lo que te guste!!!

Mezclas todo lo seco más los gustos y le agregás el agua y el aceite.

Hacés bollitos y al micro entre 4 min y 4:10 según lo gorditos que te queden, los dejas unos instantes luego de que apaga y desmoldas con cuidado...

Esta es la piedra sobre la que vas a edificar el resto de tus galletas veganas forever and ever... vas a ver qué fácil y deliciosas!!!




Nos leemos... acordate... todo lo que hacés, que sea con amor! (y no te olvides, Pedro no tenía nada que ver pobre!)